Introducción: La importancia de tener una visión clara
Si alguna vez te has preguntado:
- ¿Cómo puedo crear mi visión?
- ¿Cómo saber cuál es mi visión?
- ¿Cómo hacer una visión con ejemplos?
- ¿Qué debo hacer para lograr mi visión?
Estás en el lugar adecuado. Tener una visión no es solo un ejercicio de motivación, sino un pilar fundamental para diseñar un camino que realmente se alinee con lo que deseas para tu vida y tu negocio. En este artículo, descubrirás cómo diseñar tu visión con intención, protegiéndola del ruido externo y convirtiéndola en una guía tangible para tu día a día.
Al final del artículo, te compartiré recursos adicionales para que puedas plasmar tu visión y convertirla en acción. Y si eres más de escuchar que de leer, también puedes ver el episodio de mi podcast relacionado con este tema aquí.
00:00 Introducción: La sensación de cambio al inicio de un ciclo
00:36 La importancia de una visión alineada contigo misma
01:18 Cómo diseñar tu visión desde la intención
01:57 Qué es una visión y por qué la necesitas
02:39 La visión como faro o estrella polar
03:21 El riesgo de seguir la agenda de otros
04:03 Cómo priorizar lo que realmente quieres
04:44 Los beneficios de tener una visión propia
05:30 Primer paso: Reflexionar y conectar con tus deseos
06:18 Preguntas clave para iniciar tu reflexión
07:01 Ejercicio: Imagina tu vida alineada contigo misma
07:43 Segundo paso: Define tu intención
08:30 Ejemplos de intenciones para guiarte
09:16 Tercer paso: Aterriza tu visión en acciones concretas
10:02 El poder de pequeños pasos: “Gota a gota se llena el vaso”
10:53 Cómo mantener tu visión viva a lo largo del tiempo
11:40 La influencia del ruido externo y las redes sociales
12:26 Conecta con tu visión cada día
13:21 Aprende a decir “no” sin culpa
14:04 Tu visión como brújula flexible y no rígida
14:52 Recurso adicional: Cuaderno práctico para diseñar tu visión
15:31 Invitación a dedicarte tiempo para diseñar tu visión
16:13 Adelanto del próximo episodio: Convertir tu visión en un plan estratégico
16:55 Despedida: Reflexiona y comparte tu experiencia
Y si prefieres seguir leyendo, es por aquí.
¿Por qué sentimos la urgencia de un nuevo ciclo?
Cada vez que arranca un año nuevo o comienza una nueva etapa, parece que hay una sensación de urgencia en el aire. Como si de repente todos nos hubiéramos puesto de acuerdo para comprar una agenda nueva, hacer listas de propósitos y seguir tendencias que nos prometen ser la clave para lograr lo que nos proponemos, tanto a nivel profesional como personal.
Pero, ¿y si en lugar de dejarnos arrastrar por esa prisa y expectativas externas, nos tomamos un momento para reflexionar sobre lo que realmente queremos? En vez de seguir la inercia del nuevo ciclo, podemos diseñarlo desde nuestra propia intención.
La trampa de las metas vacías
Más allá de esa falsa zanahoria y la trampa ilusoria en la que a veces se convierten las metas, es importante entender que una visión auténtica no se trata solo de objetivos superficiales o listas de propósitos. Nada de eso tiene sentido si no parte de una visión inicial clara y alineada contigo misma y, por lo tanto, completamente personal. Porque la verdad es que un nuevo ciclo no comienza con el 1 de enero, ni con el lunes perfecto, ni con la agenda más bonita con la que te puedas planificar.
Un nuevo ciclo empieza cuando decides diseñarlo tú, desde la intención y no desde la presión. Es decir, desde lo interno y no desde lo externo.
En este artículo te hablaré de qué es la visión, por qué es esencial para tomar mejores decisiones y cómo puedes diseñarla de manera alineada contigo. Además, te compartiré tres pasos para conectar con tu visión de una manera más profunda y realista, así como consejos para protegerla del ruido externo y mantenerla viva a lo largo del tiempo.
¿Qué es una visión y por qué es importante?
Una visión no es un simple listado de metas, ni un cuadro lleno de post-its con propósitos. Tampoco es un número en un Excel. Una visión es tu faro, la estrella polar que te guía cuando el camino no está claro. No te dice exactamente cómo llegar, pero te marca la dirección para que no te pierdas en el ruido del día a día.
Cuando no tienes una visión propia
Cuando no diseñas tu propia visión, terminas siguiendo la agenda de otros. Redes sociales, tendencias del momento, recomendaciones de «expertos»… todo eso puede ser útil, pero si no tienes claro qué es lo que realmente quieres, acabarás tomando decisiones basadas en lo que «deberías» hacer en lugar de lo que realmente deseas.
«Una de las cosas más hermosas de tener una visión propia es que lo cambia todo: te da permiso para decir sí a lo que está alineado contigo y no a lo que no lo está.»
3 pasos para conectar con tu visión
Aquí voy a tirar de “yomefuncionismo” y te comparto lo que yo hago.
1. Reflexiona y conéctate con tus deseos
Lo primero que necesitas es pausa. Diseñar tu visión desde la prisa o el ruido es imposible. Tómate unos minutos para responder:
- ¿Qué es lo que realmente quieres para este nuevo ciclo?
- ¿Qué deseas experimentar, crear o sentir?
- ¿Qué te llena de vida y te hace levantarte con ganas cada mañana?
Consejo PRO: Cierra los ojos e imagina cómo sería tu vida si estuviera alineada contigo. No busques la imagen perfecta, sino el sentimiento que te genera.
2. Define tu intención
Simplifica ese sentir en una frase o una palabra que actúe como tu guía. Esta intención será tu brújula interna.
Algunos ejemplos:
- Si buscas más calma, tu intención podría ser: vivir con serenidad.
- Si deseas crecimiento, podría ser: expansión.
- Si quieres enfocarte en lo esencial: priorizar.
3. Aterriza tu visión en acciones concretas
Una visión sin acción es solo un sueño. Define acciones específicas que puedas llevar a cabo mes a mes o semana a semana. Recuerda:
- No necesitas grandes movimientos. Pequeños pasos también cuentan.
- «Gota a gota se llena el vaso».
- Cierra ciclos antes de abrir otros.
Si quieres profundizar en esto, escucha mi episodio del podcast sobre «Cerrar para avanzar: el ritual que transformará tu año» aquí.< https://youtu.be/v1U7R3Gcm4w?si=Pwy8kWEQ14HS3WXU
Cómo mantener viva tu visión a lo largo del tiempo
Este es el verdadero desafío: mantener viva tu visión a lo largo del tiempo. No se trata solo de fuerza de voluntad, sino de aprender a sostenerla en un mundo lleno de ruido y expectativas ajenas.
De hecho, el simple gesto de entrar a redes sociales cada día y consumir contenido sin filtro puede hacer que te desconectes poco a poco de tu propia visión, sin darte cuenta. Un día te descubres creando contenido o siguiendo tendencias que no estaban en tu plan, y es ahí cuando la frustración aparece, sintiéndote vacía y sin sentido en lo que haces.
Cómo no perder tu visión
Para evitarlo, te propongo dos estrategias fundamentales:
- Conéctate con tu visión cada día. Dedícale unos minutos por la mañana a recordarla, traerla al presente y asegurarte de incluirla en tu día. Puedes escribir tu intención en un post-it, en tu agenda o incluso crear un tablero de visión en Pinterest, una gran herramienta visual para esto.
- Aprende a decir «no» sin culpa. Muchas veces nos cuesta porque hemos crecido complaciendo expectativas ajenas, pero aquí está la clave: decir «no» es en realidad decir un «sí» rotundo a lo que realmente importa para ti.
Mis recomendaciones
Cuaderno para diseñar tu visión con claridad y propósito
Una visión no es algo rígido ni perfecto, es un faro, una brújula, tu estrella polar. No necesitas conocer cada paso exacto, ni planificar tu año al detalle con métricas económicas y objetivos inamovibles.
Lo único que necesitas es tener claro hacia dónde vas.
Para ayudarte a plasmarlo en papel y convertirlo en algo tangible, he preparado un cuaderno práctico que te guiará paso a paso para diseñar tu visión con claridad y propósito.
Te recomiendo muchísimo que te tomes unos minutos para dedicarte a ti y a esta reflexión. Hazlo de forma consciente e intencionada, diseña la vida que realmente deseas, tanto a nivel personal como profesional.
Y para dar un paso más allá, en este vídeo te cuento cómo convertir esta visión en un plan tangible y estratégico. No hablaremos de planificación en el sentido tradicional, sino de un enfoque diferente, más alineado contigo.
Nos estamos viendo-leyendo!
Un abrazo,
Èlia